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sábado, 7 de agosto de 2010

Toy Story: hay un amigo en mi

Toy Story: hay un amigo en mi

¿Cómo un cuento para niños puede ser una fábula para adultos? De vez en cuando las pantallas del cine lo consiguen. Es el caso de Toy Story 3 la película de los juguetes que toman vida cuando su dueño no los ve. No les voy a contar el argumento, pero les quiero compartir una reflexión. La película presenta una constante elección: mis amigos o mi conveniencia. No es un mensaje sencillo para una sociedad individualista como la que vivimos. Como tampoco es una enseñanza fácil para los niños caprichosos y egoístas de la moderna generación.







A lo largo de la película, los juguetes de Toy Story tienen varias oportunidades para buscar el propio interés, incluso hasta para salvar la piel, bueno, el plástico. Sin embargo, no lo hacen.


Una y otra vez vuelven a buscarse, como un imán que los atrajera. Y en esa búsqueda de unos por otros, van haciendo que las cosas cambien: Consiguen que Andy no los olvide del todo, consiguen que los juguetes se escapen de la cárcel de Sunnyside.







Consiguen ir todos juntos a la casa de Bonnie, la niña que ama a los juguetes, consiguen que el juguete malo acabe siendo un adorno de un camión de basura. Todo eso son aventuras para contarnos una y otra vez la gran lección de Toy Story 3: los corazones de los amigos permanecen siempre unidos. Ni siquiera sus amigos lo abandonan cuando Buzz Lightyear cambia de personalidad varias veces a lo largo de la película. Al contrario, harán todo lo posible por hacerlo volver a ser el mismo de siempre. Porque, como dice la canción de la película: nosotros nos pertenecemos uno a otro.

Esta historia es medular para muchas vidas, los caminos se pueden separar, las circunstancias pueden alejar, pero en el corazón queda siempre una llamada hacia el amigo: So don't forget if the future should take you away, that you'll aways be part of me. (nunca te olvides, si el futuro te lleva lejos, que tú eres siempre una parte de mi)
Creo que merece la pena que los niños vean Toy Story 3, pero merece mucho más la pena que los adultos convirtamos la película en una maravillosa parábola, para volver a descubrir la amistad como el centro en torno al cual gravitan nuestras vidas, la amistad como el motor interior que hace valioso el arriesgarnos para que el amigo no salga dañado.

Como Andy, todos crecemos. Los juguetes tienen que quedarse en otra casa, en otro armario. Pero también debe crecer lo que llevamos dentro de nosotros: la certeza de que los amigos deben mantenerse siempre juntos.

And as the years go by (y cuando los años pasen)



our friendship will never die (nuestra Amistad nunca morirá)



You're gonna see (ya lo verás)



It's our destiny (es nuestro destino)



You've got a friend in me (Tienes un amigo en mí).

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