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jueves, 2 de julio de 2020

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sábado, 16 de mayo de 2020

la pandemia

La fragilidad social a la que la pandemia nos enfrenta puede ayudarnos a generar preguntas evidentes sobre la capacidad del actual sistema socioeconómico para satisfacer nuestras necesidades.

La experiencia única que estamos viviendo nos coloca ante una perspectiva desconocida. De manera súbita, los referentes de vida diarios con los que medíamos el éxito o el fracaso, el sentido o el sinsentido de las cosas que hacemos, se ha movido. Esto nos deja a la mayoría fuera de balance y temerosos. O cuando menos, inseguros. El tipo de reflexión que esta situación nos provoca guarda cierta analogía con lo que experimentamos cuando perdemos a un ser querido: una sensación de profundo relativismo, una pesada sospecha de que no nos estábamos centrando en lo principal. 

Se ha escrito mucho sobre esta pandemia como oportunidad. Es muy difícil hacer una lectura basada en términos de oportunidad cuando estamos siendo testigos de una crisis que se llevará por delante a muchísima gente, tanto de forma directa como indirecta. Buscar el lado positivo es algo lógico, por otra parte, aunque es tan importante como complicado hacerlo sin moralismos. 

¿Qué nos puede enseñar esta crisis? A nivel político, económico o ecológico hay análisis muy acertados sobre los fundamentos de esta crisis y los efectos que va a provocar. Son análisis cuyas aristas más complejas probablemente tengan un público experto reducido. Las lecturas de oportunidad política en esta pandemia, como en otras manifestaciones pasadas de quiebra del actual sistema, son tentadoras, aunque también corren el riesgo de ser más deseables que realistas.

Encuentro más interesante reflexionar sobre qué grandes cambios “culturales” provocará tal vez y solo tal vez esta crisis en amplias capas de la sociedad habitualmente ajenas a esos análisis. En qué estado mental ventajoso nos puede dejar esta experiencia  para tener más posibilidades de las que teníamos antes para cruzar umbrales de percepción. 
En muchos debates y charlas sobre la crisis ecológica sale imperturbablemente una pregunta desde el público: aparte de los cambios políticos y económicos en el sistema actual, ¿cómo se cambia la forma de pensar de la gente para abrirnos a otros paradigmas? En ese sentido, y retomando la analogía anterior, me pregunto si a muchas personas les habrá pasado que estos días han escuchado un clic en su cerebro y si estarán sufriendo una especie de duelo respecto a la vida tal como la han conocido hasta ahora. 

Se dice que el duelo ─despedirse de alguien o algo─ es una etapa necesaria para poder seguir construyendo la vida después de la muerte. 

Partimos de realidades sociales muy distintas: mientras que unas personas podremos tomarnos este confinamiento casi como un retiro espiritual de clase media, otras personas se verán empujadas contra los límites de la supervivencia. Vivimos en sociedades profundamente desiguales y no podemos obviar esa asimetría. Pero creo que no es descabellado afirmar que esta crisis nos devuelve un poco a amplios sectores de la sociedad a un estado primario de diálogo de nosotros mismos con nuestras expectativas vitales y nuestras necesidades.

Esta crisis nos está recordando a muchas personas que nuestras necesidades vitales son pocas y bien definidas. Y también está ayudando a vislumbrar que es factible la hipótesis de que el actual sistema socioeconómico pueda dejar de satisfacer alguna de ellas un buen día. En ese diálogo primario con nuestras necesidades en el que nos encontramos cada día de esta cuarentena vemos afectadas cosas muy básicas que mucha gente daba por garantizadas como son. 


Necesitamos aire libre y esparcimiento. Eso es lo primero que constatamos estos días de encierro. El confinamiento y las restricciones nos hacen valorar la libertad y darle una dimensión distinta a la que estamos acostumbrados. 

También tomamos mayor conciencia de cuánto necesitamos la protección, estos días claramente simbolizada en un sistema de salud fuerte que nos dé tranquilidad en el caso de que nosotros o nuestros hijos e hijas y seres queridos caigan enfermos. ¡Cuántas personas cruzamos los dedos para no tener que ir a un hospital en estos días!

Necesitamos alimentarnos: la idea de posibles desabastecimientos ha desatado el pánico en los supermercados ante la percepción de una hipotética inseguridad alimentaria. Hemos sentido todas estas necesidades amenazadas y esto nos genera miedo.

Hay otras necesidades, sin embargo, a las que el confinamiento ha dado rienda suelta. 

La necesidad de participación (la cantidad de iniciativas de apoyo, de formación y de entretenimiento surgidas de forma espontánea ha sido sorprendente), la necesidad de ocio (contenidos online, música, lectura, juegos de mesa… todo el mundo busca en casa algún espacio de ocio solitario o compartido a lo largo del día), la necesidad de entendimiento (estos días se consumen grandes dosis de información de todo tipo en relación a la pandemia). 
También la necesidad de afecto está cobrando mayor valor estos días de aislamiento en los que la imposibilidad de ayudar y tener contacto físico con nuestros seres queridos nos recuerda lo importantes que son para nuestra vida. Tomamos conciencia también de que necesitamos poder enterrar dignamente a nuestros muertos y despedirnos de ellos de forma ritual. También  de algún modo entendemos otra necesidad básica: la identidad colectiva.

Hay necesidades que estos días satisfacemos tirando de imaginación: la producción globalizada provoca que dependamos de las importaciones de China para abastecer nuestro sistema sanitario de determinados productos como mascarillas, que al parecer no tenemos capacidad de fabricar (otro ejemplo de falta de resiliencia ante una situación como la actual) y nuestras necesidades de imaginación, participación y afecto suplen esa carencia aportando soluciones caseras y colectivas: desde grupos de costureras que se organizan desde casa a tutoriales caseros sobre cómo hacerte una mascarilla con una gorra y un acetato. Pero evidentemente esto tiene un límite.

Al tiempo, enfrentándonos al reto de satisfacer estas necesidades básicas se desmoronan elementos de nuestros imaginarios colectivos que en estos momentos no nos son de utilidad, porque son satisfactores de esas necesidades que han perdido momentáneamente su funcionalidad, desde las fiestas, a las que no podemos ir u organizar , hasta el fútbol, que se ha suspendido, por poner dos ejemplos tontos. Cuando esos satisfactores desaparecen, buscamos otros, porque las necesidades siguen siendo indistintamente las mismas.

Este ligero repaso general a las necesidades básicas de las personas, nos permite concluir, aunque sea un tanto precipitadamente, que nuestro nivel de dependencia para satisfacerlas es variable según las necesidades de que se trate. 

Podemos crear una red de apoyo mutuo para permitir la participación social en muchos campos: jugar al “ver” por la ventana para entretener a los niños, generar alternativas de ocio  en internet y desarrollar estrategias colectivas para cuidar a los más débiles haciéndoles las compra… Pero no podemos salir a la calle si la necesidad colectiva impone un confinamiento, no podemos comer si no llega comida a los supermercados, no podemos garantizar nuestra salud si el sistema sanitario colapsa.

Esta fragilidad social a la que la pandemia nos enfrenta puede ayudarnos a generar preguntas evidentes sobre la capacidad del actual sistema socioeconómico para satisfacer nuestras necesidades. 

Por ejemplo, en relación a nuestra necesidad de alimentarnos, el escenario del cambio climático dibuja un mundo futuro convulso de crisis diversas y recurrentes. ¿Es el sistema agroalimentario actual, altamente globalizado, el adecuado para dar respuesta a esas condiciones? En este caso no ha habido desabastecimientos de alimentos en los supermercados, pero las mercancías hoy día viajan por apenas unas pocas rutas y puntos estratégicos del mundo. ¿Qué seguridad alimentaria nos ofrece para el futuro tan escasa diversificación, tanta lejanía entre la producción y el consumo? Estos días las experiencias de producción cercana cobran una dimensión diferente que debería tener su peso en el futuro.

Del mismo modo esta pandemia no puede dejarnos indiferentes respecto a la cuestión pública. No solamente es deseable sino también posible que los sistemas públicos de protección social cobren un nuevo valor para muchas personas, ahora que estamos siendo testigos directos de que, efectivamente, los recortes matan. 

No por el hecho de desear que así sea, sino porque los cambios perceptivo-culturales probablemente tienen más probabilidades de hacerse realidad por la vía de las emociones que por la vía de la información. 

Es decir, tienen que ser vivenciales, y eso convierte esta situación en un campo relativamente abonado para que se puedan producir. Lo que no significa que vaya a suceder. La crisis en sí misma no tiene un valor político: los cambios que se puedan alcanzar en un sentido transformador dependerán de lo que hagamos colectivamente para lograr esa transformación. Podemos poner en la misma balanza otra posibilidad: que nos ignoremos unos a otros. Pero si no es descartable que un mayor apoyo social futuro a la sanidad pública se base en una sensación de rechazo a la situación de colapso sanitario vivida estos días (“apoyemos la sanidad pública, no nos vaya a volver a pasar lo del coronavirus”), tenemos que trabajar para convertir ese potencial en acción política.

La pérdida de seguridad de que nuestras necesidades puedan cubrirse nos coloca en un estado mental susceptible de aceptar otros paradigmas, de pensar la vida con otros esquemas. De cruzar umbrales de percepción en relación a la ecodependencia y la interdependencia. Nos puede hacer valorar mucho más los intereses colectivos, la solidaridad, el apoyo mutuo y lo público por encima de lo privado. 

Nos puede hacer repensar la importancia de los cuidados y el valor de la comunidad. Ese es el mayor reto al que nos enfrentaremos tras esta catástrofe: convertir el descontento social en una demanda masiva de mayor democracia en la gestión de lo común, que es,  la única garantía verdadera de su preservación y la mejor salida para la actual crisis de. Quizás esa sea la principal oportunidad de esta pandemia.

El dolor de la pandemia de COVID-19, un acontecimiento que ha marcado definitivamente nuestra época, persistirá mucho después del control del virus. Cuando acabe la crisis inmediata, muchas personas habrán sufrido pérdidas inimaginables. Un gran número habrá perdido a seres queridos, grandes cantidades se habrán quedado sin empleo y tal vez sin hogar, y varios cientos de millones habrán experimentado la angustia y la soledad del aislamiento social.
Pero también habremos ganado algo: la posibilidad de elegir.
Cuando salgamos de este trauma colectivo, podremos decidir volver a la antigua trayectoria o aprender de la experiencia para tomar decisiones diferentes con vistas al futuro.
A todas las personas que habitan el planeta les interesa luchar contra este virus. Como ha dicho Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, tenemos “una oportunidad sin precedentes para unirnos todos contra un enemigo común, un enemigo de la humanidad”.
A nosotros nos corresponde tomar estas decisiones; y debemos asegurarnos de que sean las correctas. Es la mejor forma de rendir homenaje a todas las víctimas de esta pandemia.
Mientras que unas personas podremos tomarnos este confinamiento casi como un retiro espiritual de clase media, otras personas se ven empujadas contra los límites de la supervivencia

ACARS/EGPWS

AFTN/FANS

lunes, 19 de septiembre de 2016

19 DE SEPTIEMBRE 31 AÑOS DESPUES

Hoy se cumplen treinta y un años desde que sucedió uno de los desastres naturales más devastadores en la historia de México. El 19 de septiembre de 1985, a las 7:19 de la mañana, un terremoto de 8.1 grados en la escala de Richter sacudió a la Ciudad de México durante algo más de dos minutos, provocando una gran destrucción y enormes pérdidas humanas. "El Temblor", como se le conoce aún hoy en día, fue un evento traumático, más aún porque ocurrió en una época en que los medios electrónicos de comunicación ya eran capaces de proporcionar información casi al minuto, lo que permitió que en todo el país y el resto del mundo se vieran las desgarradoras imágenes de lo que hasta hacía pocas horas había sido el centro histórico de la Ciudad de los Palacios.
Para recordar ese trágico acontecimiento, conmemorar a los cientos o miles de personas que perdieron la vida en la tragedia, y honrar a los millares de héroes anónimos que en un gesto de solidaridad desinteresada colaboraron espontáneamente en las tareas de rescate, se han organizado en la Ciudad de México diversas actividades, entre ellas una exposición fotográfica en Paseo de la Reforma y una muestra en museos. Los medios informativos harán un especial donde se entrevista a supervivientes de la tragedia y a personas que de una u otra forma estuvieron involucrados en las tareas de salvamento, y se volverá a mencionar, indudablemente, la historia de los "bebés milagro", los pequeños recién nacidos que fueron rescatados de las ruinas del Hospital Juárez, y que hoy son ya hombres y mujeres con treinta años de edad.
La gente no salía aún de la estupefacción cuando escucharon los primeros gritos de los sobrevivientes. "En ese momento, con los primeros vecinos que se aproximaron comenzamos a organizar las tareas de rescate. Fue una situación en la que todo se hacía con mucha voluntad de ayudar, sin mayor experiencia... Todo lo hacíamos a mano",
"Eran cientos de vecinos ayudando. Una cosa muy hermosa fue que se formaron cadenas humanas, los que estaban adentro de los escombros llenaban las cubetas para abrir camino a donde se oían las voces y las pasaban de mano en mano. Es increíble, pero media hora después del sismo ya había una organización"
Los voluntarios sacan a muchos de las ruinas. Esa tarde soldados y policías acordonan la zona para evitar el pillaje, pero no intervienen en el auxilio. En contraste, de toda la ciudad llegan a prestar su ayuda. "Una solidaridad bellísima que se mantuvo viva durante toda la emergencia"

Desde los primeros minutos, miles de personas se improvisan como brigadistas y arriesgan su vida por gente desconocida. Provenientes de todas las clases sociales suman voluntades y esfuerzos para salvar a los sobrevivientes atrapados en los escombros, habilitan cientos de albergues; reparten alimentos y ropa a las 150 mil personas que de golpe quedaron en la calle por el terremoto. Otros recolectan ayuda, distribuyen agua, insumos, implementos, organizan el tránsito. Profesionistas, trabajadores y estudiantes revisan inmuebles o ayudan a la demolición, previenen epidemias, vacunan, preservan cadáveres, prestan atención psicológica a las víctimas.
Un evento dificil para mucha gente hicimos amigos muchos pero tambien vivimos el dolor y la desesperacion de mucha gente, un evento que nos marco de manera relevante y que hoy en la distancia me permite valorar lo afortunado que fui.
Ese dia estaba desayunando cuando empezo el temblor, yo vivia con mi madre en un pequeño edificio en la avenida insurgentes entre las calles de michoacan y teotihuacan, despues del temblor recuerdo que sali y al voltear hacia el norte sobre la avenida insurgentes se veia una nube de polvo muy grande, la causa un edifico que albergaba un banco en el cruce de las calles de alvaro obregon e insurgentes se habia colapsado y unas cuadras antes en el cruce de medellin con insurgentes y el eje 2 se colapso otro mas, unos amigos que en esa epoca pertenecian a un grupo de scouts pasaron y me dijeron que se habian caido muchos edificios y que debeiamos ir a auxiliar a la gente que habia quedado atrapada que se requeria mucha ayuda, pase con mi madre le informe y sali disparado sobre la calle de coahuila no anduve mucho y encontre a otro amigo y juntos avanzamos en direccion hacia el centro medico, al cruce con la calle de tonala el edificio donde se encontraba la sucursal de luz y fuerza se habia desplomado, llegamos inicalmente a ayudar ahi, pero ya habia mucha gente, ayudamos a sacar a una familia con dos hijas pequeñas, en esa epoca con la edad de 19 años la prudencia queda guaradada olvidadapor lo que subimos atraves de la estructura para posteriormente bajar al interior de la estructura y auxiliar a salir a la familia en cuestion, estabamos bajando a la calle a la pequeña cuando comentaron que habian encontrado en otro departamento a una pareja de esposos, pero que habian fallecido y habia que sacar los cuerpos que habia que esperar a que trajeran maquinaria para mover unas columnas y sacarlos mientras se buscaban mas supervivientes, alguien paso y dijo que la situacion era mas grave en los mutifamiliares, por lo que nos dirijimos hacia alla sin imaginar la magnitud de lo que encontrariamos, a partir de ahi fue un torbellino en que veiamos conocidos de vez en cuando ayudando y luego nos perdiamos entre llevar material sacar escombro entrar a las estructuras colapsadas ayudar a sacar gente viva o muerta, repartir tortas, en pocas palabras ayudar de cualquier manera, esas sensaciones muchos de los que estuvimos ahi no las olvidaremos olores muy marcados a gas a tierra a muerte sonidos desgarradores de gente pidiendo auxilio. El silencio tan penetrante cuando se creia o se escuchaba algo que fuera un indicio auditivo que habia alguien con vida, eso lo traemos tatuado muchos, organizamos junto con otras personas y scouts un albergue temporal en un kinder que estaba sobre la calle de tonala y que nos encargamos de abastecer entre muchos voluntarios se organizo para trasladar ahi gente damnificada de los multifamiliares y de otros predios afectados del area donde se les proporcionaba un lugar donde dormir y recibir alimentos calientes y ayuda medica, y en donde se albergo a adultos menores, ancianos posteriormente la cruz roja tambien llego a abastecer y administrar ese albergue los grupos de suizos y franceses llegaron instalaron carpas y potabilizadores de agua, 

un torbellino total que nos llevo 15 dias de intenso trabajo solidaridad y camaderia y que nos creo la sensibilidad y el compromiso con a vida humana a un grupo de muchachas y muchachos con apenas contaban con la edad para salir de casa, quienes eran??... son muchos los nombres y al igual que tanto heroe anonimo ellos solos, saben que estuvieron ahi y que entregaron lo mejor para ayudar de manera rapida y eficiente salvando vidas y confortando a los desamparados.
a todos ellos gracias por haber sido parte de mi vida en ese doloroso evento y estar hombro con hombro ayudando sin muchas veces pensar en nuestra propia seguridad gracias por esa gran calidad humana de cada uno de ustedes

martes, 13 de octubre de 2015

REGLAS BASICAS DE FOTOGRAFIA

Reglas básicas para una fotografía correcta

1) La Regla de los Tercios

Esta regla es muy simple pero tiene un tremendo poder en la forma en que visualizamos la foto. Consiste en dividir la imagen, mentalmente, en 9 partes iguales (mediante 2 líneas paralelas horizontales y otras 2 verticales) y a continuación colocar el sujeto en algún punto de intersección de las líneas. Esta foto lo ilustra perfectamente:
Regla de los Tercios
Como puedes ver, el fotógrafo ha colocado al pájaro en el punto de intersección de la parte inferior izquierda del encuadre. Cualquier otro punto de intersección nos hubiera valido igualmente.
Esto en fotografía se llama puntos fuertes. Son puntos que atraen especialmente la atención y le otorgan al sujeto mayor interés y protagonismo.

2) La Ley del Horizonte

Útil a la hora de fotografiar paisajes. Cuando estés componiendo una foto, antes de disparar imagina 2 líneas horizontales paralelas dividiendo la foto en 3 partes iguales. Esto es aplicable en ambos modos horizontal o vertical.
La ley del horizonte
La ley del horizonte
Si lo que quieres que tenga especial interés es el cielo, ubica el horizonte en la línea inferior. Si por el contrario quieres otorgarle mayor importancia al paisaje terrestre, coloca el horizonte en la segunda línea, la superior.
Así de simple.

3) Explorar nuevos ángulos

Experimenta la fotografía disparando con tu cámara desde ángulos atrevidos y poco usuales. Por ejemplo hazte una foto a ti mismo en el retrovisor del coche (sólo cuando no seas tú el conductor, por favor) o captura la imagen de algún edificio histórico reflejada en un charco de agua.

4) Acércate sin miedo a los sujetos

Utiliza la función Macro de tu cámara (en modo automático la puedes identificar con un símbolo de flor, y en cámaras réflex utilizando un objetivo Macro) y haz fotos de muy cerca a objetos pequeños. Captura detalles. Incluso podrías enfocarte exclusivamente en el detalle obviando el resto del objeto. Los resultados suelen ser muy llamativos.

5) Adopta la altura de tus sujetos pequeños de edad

Para lograr magníficas fotos de niños, ponte de cuclillas o de rodillas, intenta bajar y colocar la cámara a la misma altura que la del niño o animal que quieras fotografiar, así transmitirás más realismo.

6) Utiliza el flash en el exterior

Para retratos, utiliza el flash en el exterior. Aunque haga un día especialmente soleado, el flash ayuda a prevenir las zonas de sombra que ocupan la cara de la persona por llevar por ejemplo gorro o algo que proyecte sombra o porque el sol esté encima o detrás de la persona fotografiada. Lo mejor para evitarlo en forzar el flash. Se llama flash de relleno, y su finalidad no es iluminar la oscuridad, sino rellenar la cara del sujeto de luz para que ésta resulte uniforme con lo que la rodea.
y el consejo de oro..

7) Disparar siempre en RAW

Haz todas tus fotos en RAW. Este formato preserva todos los elementos de la foto (colores, luz, sombras, saturación) y permite, mediante un procesamiento posterior, moverlos a nuestro antojo. Realizar una foto en JPG produce una foto final en la que no tendríamos más margen de modificación


lunes, 12 de octubre de 2015

ETOPS




ETOPS son las iniciales en idioma inglés de Extended-range Twin-engine Operation Performance Standards; que traducidas al idioma español podría decirse que es como normas de rendimiento operativo de bimotores en vuelos largos.

Se trata de una serie de certificaciones aprobadas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que permiten que los aviones comerciales que cuentan con sus plantas propulsoras con dos motores, puedan hacer rutas de largo recorrido teniendo en cuenta un determinado tiempo con respecto al aeropuerto más cercano.

Lo cierto es que NO solo el avión debe contar con certificación ETOPS, sino que a su vez, la misma tripulación debe haber aprobado y obtenido la habilitación específica para poder realizar vuelos ETOPS.

Antiguamente estos tipos de vuelos ser efectuaban con aviones que contaran con tres o cuatro plantas propulsoras (es decir con 3 o 4 motores); el motivo era muy sencillo, en caso de emergencia o de fallo de algún motor, todavía quedaban otros cuantos para poder seguir con normalidad el vuelo; pero con el arribo de aviones bimotores se corría más riesgo, por ello, establecieron esta normativa en la se podrían hacer uso siempre y cuando cumpliesen diferentes exigencias, a saber:




Se solicita una serie de medidas de seguridad adicionales en los casos en lo que se emplee o se necesite volar con aviones bimotores, se los debe preparar y dotar de ciertos elementos; como contar con un depósito extra de combustible, más capacidad de oxígeno, sistemas anti-incendio y de navegación por duplicado, rafts o exigencias de rampas deslizantes.

En realidad cuando comenzaron a hacerse estos tipos de vuelos, se efectuaban revisiones específicas antes de cada viaje; actualmente se incluyen dentro de las que se hacen diariamente. Además, cada avión tenía que cumplir con unos condicionantes muy concretos, lo que significaba que dos aviones del mismo modelo, con el mismo motor y siendo de una misma línea aérea, podría darse el caso que uno estar certificado para ETOPS y el otro no.
El tiempo que se establecía en un principio eran de escasos minutos que luego, los plazos fueron ampliando los márgenes de seguridad y pasaron a los 90 minutos, más tarde a los 120 minutos, posteriormente 180 minutos hasta llegar hoy en día al permitido - a ciertos aviones- a volar hasta 240 minutos, dejando la puerta abierta para cubrir cualquier ruta con un bimotor con total seguridad.



Técnicamente:

ETOPS (Extended range OPerationS with Two Engine airplanes), traducido, (Operaciones de alcance ampliado con aviones bimotores) siglas de una reglamentación minuciosa que permite a los aviones comerciales de dos motores alejarse más de 60 minutos de un aeropuerto adecuado, el factor experiencia acumulada en este tipo de operaciones, permite volar por rutas alejadas hasta 180 minutos y más de un aeropuerto adecuado; esto es, a medida que una compañía acumula experiencia en este tipo de operaciones, va ampliando el Umbral Tiempo-Distancia que no es más que cuánto tiempo puede alejarse el bimotor en cuestión en caso de fallo de un motor ó de un sistema básico (como ser presurización, hidráulico, eléctrico, protección contra fuegos,...) de un aeropuerto adecuado. Se comienza, normalmente, con un umbral de 75 minutos y la autoridad aeronáutica lo amplía a 120 minutos a los 12 meses y a 180 minutos al año siguiente si las operaciones se han realizado de acuerdo con la normativa de una manera satisfactoria; está en curso en algunos casos la operación permitida a 240 y por lo que se ve, puede extenderse por más tiempo.







martes, 16 de diciembre de 2014

LA ZONA DEL SILENCIO



 Leonor tenía 14 años cuando cayó el cono del cohete Athena. La gran bola de fuego que observaron desde lo lejos al volver de un baile en una ranchería cercana al ejido la Flor en Durango, les hizo pensar en la llegada de los jinetes del apocalipsis descrito en la Biblia, pero se trataba del hecho que pondría sobre el mapa la llamada Zona del Silencio.

Un par de años atrás ya se escuchaban algunos rumores. Pero fue durante la década de los 70 cuando Harry de la Peña llegó a Ceballos, un pequeño pueblo localizado a unos 150 kilómetros de Torreón, Coahuila.

Estaba buscando petróleo cuando se percató de anormalidades en las frecuencias en una región aledaña y nunca imaginó lo que encontraría.

A raíz del percance, del cual ya han transcurrido unos 40 años, muchas personas llegan al sitio en la búsqueda de situaciones paranormales, fenómenos mitológicos y científicos que se ven cuando se quieren ver, y aunque ha sido protagonista de muchas experiencias “raras”, Leo, como le dicen de cariño, nunca ha visto un ovni o algo que se le parezca. Hace largas caminatas por las veredas, buscando “estrellas”.



EL COHETE EXTRAVIADO

Había que seguir el camino. El primer objetivo era llegar al Laboratorio del Desierto: un albergue para investigadores de distintas universidades, Administrado por el Instituto Nacional de Ecología Asociación Civil, que estudian desde la biodiversidad hasta los fenómenos por lo que la región ha cobrado fama internacional.

El trayecto se caracteriza por arena suelta y rocas de origen volcánico. En el cerro de San Ignacio la vegetación cambia relativamente con el resto del camino, prevalece el nopal y se intensifica el color rojizo de la tierra y las rocas, al pasar el cerro se encuentra una casa abandonada, de unas 5 habitaciones.

Dentro del rancho San Ignacio se forma un bolsón donde se ha acumulado agua, como una especie de lagunilla, donde habitan patos silvestres. En sus alrededores dicha humedad favorece a la ganadería y la siembra.


Existen varias elevaciones como este cerro, pero ninguno con su fama. Algunos piensan que su magnetismo puede llegar a jalar hasta aviones, como el efecto sobre los barcos en el Triángulo de las Bermudas.

Historias como ésta, son las que buscan los turistas. Pero sobre todo, el día de la caída del Athena. La familia y vecinos de Julia cuentan cada detalle que recuerdan. Finalmente han transcurrido por lo menos 6 generaciones.

“Yo en ese entonces era muy inocente, cuando yo vi esa gran bola de lumbre, yo pensé que eso era, ya nos habían dicho que se iba a acabar, después nos dimos cuenta que cayó sobre la Zona del Silencio, ya se escuchaban mitos”, dijo Leonor.

En 1970 la cabeza del cohete de la NASA se estrelló a unos 6 kilómetros del rancho de San Ignacio en plena Zona del Silencio, presuntamente por un problema técnico.

Los extranjeros trajeron equipo y hasta introdujeron vías de ferrocarril desde la estación Carrillo, misma que oficialmente les sería de ayuda para regresar los restos que contenían material radioactivo. Existen diversas versiones al respecto. Por lo menos las personas que radican en las comunidades cercanas describen con indignación el saqueo. Coinciden en que vieron pasar furgones llenos de piedras, arena y algunas especies de flora y fauna de ese lugar.

Varias semanas duro su búsqueda. Se menciona que llegaron a montar una serie de laboratorios y exploraciones más allá del cono, bajo un fuerte dispositivo de seguridad.

Con frecuencia es comparada con el Triángulo de las Bermudas, con las Pirámides Egipcias y con las Ciudades Sagradas del Tíbet, por su coincidencia geográfica.

Por lo menos en lo que comprende a Durango y Coahuila, en esta tierra caliente se cuenta con muy pocos lugares de asentamientos humanos, pero en Chihuahua, por ejemplo, en carrillo, donde se produce sal, permite mayor actividad.

FENOMENOS EXTRAÑOS

Las voces cuentan que en ese sitio todo se vuelve silencio, se pierde la señal de la radio, se paran los relojes, los coches no arrancan, las brújulas se vuelven locas, sucesos extraterrestres… pero algunos se quedan en mitos y leyendas.


Sergio Herrera, un hombre recio de sombrero apaleado, miembro de la Asociación Civil que controla el acceso del turismo a esta zona que además forma parte de la Reserva de la Biósfera de Mapimí, cuenta con sus experiencias, ya que desean que el lugar cobre importancia, pero desde el punto de vista de la riqueza biológica que comprende.

Dicha asociación está formada por unos 19 integrantes provenientes de 11 ejidos y 4 pequeñas propiedades conforman el área natural protegida, misma que tiene una extensión de 342 mil 387 hectáreas que abarca parte de los 3 estados.

Por su parte, Julia recordó la visita de un astrólogo, quien al llegar a la zona donde cayó el cono del cohete quiso marcar un punto con su GPS, pero no lo logró, le dio mucha curiosidad.

Se cuentan muchas historias, pero sólo unas cuantas “casi todos han visto”, dijo Sergio. Se refería al fenómeno conocido como la luz del carro de anda o de banda que tiene lugar por las noches en los caminos al conducir un vehículo. Una luz similar a la del vehículo, avanza paralelamente con una distancia de unos 50 metros al auto que se conduce, cuando de pronto desaparece.

“Es de lo más raro, pero la mayoría de la gente lo ha visto. Me tocó verla, yo estaba con unos biólogos, (…) teníamos que cruzar una reja. Nos paramos y cuando abrí la luz se va. Ya como a los 100 metros viene de regreso. Se le hace el cambio de luz y también te da el cambio”, dijo.

Otra de sus experiencias es que en una ocasión observó un prisma plateado, pero no le tomó mucha importancia, y otra más relacionada con objetos voladores no identificados.

“Yo trabajé una vez con una bióloga en la noche, salíamos a revisar trampas. De repente que se aparecen seis luces frente a nosotros, se quedan juntas, o sea parejitas. De pronto salen por nuestro costado y se desaparecen”, mencionó.

Lo cierto es que esta área ha despertado mucho interés en estudiosos de todo el mundo y científicos norteamericanos han declarado que por sus características, la Zona del Silencio sería un sitio ideal para establecer una base de lanzamiento de naves interplanetarias, una planta nuclear y varias cosas más.

El biólogo Carlos René Delgado explicó que este sitio se caracteriza por un gran magnetismo. Al pasar un imán cerca del suelo es posible que jale una buena cantidad de rocas pequeñas y polvo, por lo que la brújula no siempre se dirige al norte. La Zona del Silencio posee algunas particularidades, tales como una gran concentración de hierro en el subsuelo, que llega incluso hasta los arroyos en los márgenes de las comunidades, ya que las lluvias, que no son nada frecuentes, llegan a arrastrarlo hasta ahí.


Después de numerosos estudios, se comprobó que la zona se encuentra totalmente magnetizada y las ondas hertzianas o de radio no pueden propagarse. Las brújulas y relojes antimagnéticos pueden fallar.

La estación de radio más cercana se encuentra en Ceballos, Durango, la población inmediata más poblada a unos 30 minutos aproximadamente. Las frecuencias de radio se pierden. Pero el ruido generado por la estática no es del todo normal. Por momentos se llega a escuchar estruendosos altibajos.

Contrario a lo que muchas personas suponen, las ondas sonoras no se pierden. Se puede conversar igual que en un restaurante citadino y los aparatos abastecidos de energía con baterías alcalinas y los motores de los vehículos funcionan igual que como lo hacen fuera de ese sitio.

TIERRA DE CONTRASTES ....LA ZONA DEL SILENCIO

Tal vez la fascinación que produce este sitio surge de la aparente imposibilidad de supervivencia, en contraste con todo el mundo de especies que soportan a diario al inclemente sol que impone su presencia sin nada que se lo impida.




Sólo pequeñas elevaciones montañosas sorprenden a la planicie de esa región del desierto chihuahuense caracterizado por un suelo cuyo calor traspasa los zapatos y cuenta con especies de flora y fauna únicas en el mundo.

Además esta zona es rica en recursos históricos, culturales y paleontológicos. Las tribus nómadas habitaron la región y se han encontrado vestigios desde pinturas rupestres y puntas de flecha.

La visita a este lugar se complementa en la noche. Acampar en este desierto es una experiencia radicalmente diferente. El crujir de la madera mientras se quema en la fogata, y de fondo, una sinfonía de lobos que se llaman de un valle a otro.

Con frecuencia se pueden apreciar numerosas estrellas fugaces que “caen” hacia el desierto y se acercan tanto que parecen bolas de fuego.


Otro fenómeno que se presenta constantemente en este territorio es la continua caída de material espacial, como si fueran atraídos por un gigantesco imán, principalmente en el Valle de los Meteoritos, ubicado en una propiedad privada, donde además se han encontrado numerosos restos fósiles principalmente de fauna y flora de mar, que habitaron hace por lo menos 70 millones de años. Y es que lo que hoy es un despiadado desierto, durante la era mesozoica albergó al mar Tetis.

martes, 21 de octubre de 2014

OPERACIONES AEREAS

Masa y Centrado del avión
La masa (peso, carga) y el centrado del avión son algunos de los factores que pueden considerarse esenciales para la seguridad y eficacia de la operación de las aeronaves.
Limitaciones de la masa máxima del avión.
Exceder los límites de masa o peso máximos autorizados del avión trae como consecuencia la perdida de características de la aeronave.
EI aumento de peso en una aeronave puede ser consecuencia, tanto de la carga móvil que se introduzca en Ia aeronave, como de la carga fija adicional que se instale en Ia aeronave.
Limitaciones delantera y trasera del centro de gravedad del avión.
Una aeronave que colgara del espacio en el centro de gravedad, estaría sujeta a una condición de estabilidad que se produce en el punto de aplicación de la resultante de todos los pesos y fuerzas que actúan sobre la aeronave, haciendo que se encontrara en perfecto equilibrio.
EI centro de gravedad del avión no es fijo, varía de acuerdo con la distribución del peso de la aeronave.

Para evitar problemas, es el fabricante de la aeronave quien proporciona por medio del manual del piloto las limitaciones delanteras y traseras fuera de las cuales no debería ser situado el centro de gravedad de la aeronave.




Igualmente, nos indicara por medio de carteles en el interior de la aeronave, la máxima capacidad estructural en Libras (Lbs.) de la misma.   1 Kg = 2.2 Lbs.
Centro de Gravedad adelantado en el avión
Ventajas:
- Mayor Estabilidad.
- Bueno para recuperar pérdidas / barrenas.
Inconvenientes:
- Mayor Consumo
- Menor autonomía.
- Mayor Velocidad de entrada en pérdida.
- Menor recorrido de mandos
Centro de Gravedad Atrasado en el avión
Ventajas:
- Menor Consumo.
- Más autonomía.
- Menor velocidad Pérdida.
Inconvenientes:
- Menor Estabilidad.
- Malas para recuperación de perdidas y barrenas.
- Avión con mayor tendencia al cabeceo.
Centrado del avión.
Para garantizar la seguridad, el fabricante de la aeronave proporciona en el manual del piloto, un conjunto de instrucciones de carga y centrado que deberían ser tenidas en cuenta por el piloto.
Para actuar correctamente con el centrado, hay que determinar Ia situación del centro de gravedad con referencia a los ejes lateral y longitudinal. Las desviaciones del centro de gravedad desde su posición de equilibrio proporcionarían actitudes de la aeronave de alabeo, picado o encabritado.
En la mayoría de aeronaves, el centrado longitudinal es el más crítico y se produce al adelantar o retrasar el centro de gravedad.

Cálculos de masa y centro de gravedad del avión.

Para realizar los cálculos correspondientes de peso y centrado es necesario conocer, el significado de algunos términos.
Línea de referencia (DATUM): Es perpendicular al eje longitudinal de la nave y representa el punto de partida de todas las mediciones de peso y centrado.
Centro de gravedad (CG): Es el punto teórico donde se concentra la resultante de todos los pesos que actúan sobre la aeronave.
Cuerda media aerodinámica (MAC): Corresponde a la distancia media entre el borde de ataque y el borde de salida.
Brazo (ARM): Distancia horizontal en pulgadas, desde la línea de referencia al centro de gravedad de la aeronave, Por delante del DATUM, la distancia ARM tiene símbolo negativo y por detrás positivo,
Momento: Corresponde al producto del peso en libras por el brazo en pulgadas.

Agradecemos 
Imagenes e informacion ; Miguel Angel Muñoz 
Manual de Vuelo