El
conejo de Pascua no es un invento moderno. Tiene su origen en las celebraciones
anglo-sajonas pre-cristianas. El conejo, un animal muy fértil, era el símbolo
terrenal de la diosa Eastre, a quien se le dedicaba el mes de abril.
El conejo de Pascua fue introducido en EE.UU. por los
inmigrantes alemanes que llegaron al Pennsylvania Dutch Country durante el
siglo XVIII. La llegada del “Oschter Haws” se consideraba uno de los grandes
placeres de la infancia, equivalente a una visita de Papá Noel en Noche Buena.
Los niños creían que si se portaban bien, el “Oschter Haws” pondría huevos de colores.
Los
niños construían nidos en lugares apartados o escondidos de la casa, el granero
o el jardín para que pusiera sus huevos el conejito. Más tarde empezaría la tradición
de construir elaboradas cestas para poner los huevos.
Leyenda del “conejo de Pascua”
Cuenta
esta leyenda que, cuando metieron a Jesús al sepulcro que les había dado José
de Arimatea, dentro de la cueva había un conejo escondido, que muy asustado veía
cómo toda la gente entraba, lloraba y estaba triste porque Jesús había muerto.
El
conejo se quedó ahí viendo el cuerpo de Jesús cuando pusieron la piedra que
cerraba la entrada y lo veía y lo veía preguntándose quien sería ese Señor a
quien querían tanto todas las personas.
Así
pasó mucho rato, viéndolo; pasó todo un día y toda una noche, cuando de pronto,
el conejo vio algo sorprendente: Jesús se levantó y dobló las sábanas con las
que lo habían envuelto. Un ángel quitó la piedra que tapaba la entrada y Jesús
salió de la cueva ¡más vivo que nunca!
El
conejo comprendió que Jesús era el Hijo de Dios y decidió que tenía que avisar
al mundo y a todas las personas que lloraban, que ya no tenían que estar
tristes porque Jesús había resucitado.
Como
los conejos no pueden hablar, se le ocurrió que si les llevaba un huevo
pintado, ellos entenderían el mensaje de vida y alegría y así lo hizo.
Desde
entonces, cuenta la leyenda, el conejo sale cada Domingo de Pascua a dejar
huevos de colores en todas las casas para recordarle al mundo que Jesús
resucitó y hay que vivir alegres.
Cuando
Jesús se fue al cielo después de resucitar, los primeros cristianos fijaron una
época del año, la Cuaresma, cuarenta días antes de la fiesta de Pascua, en la
que todos los cristianos debían hacer sacrificios para limpiar su alma. Uno de
estos sacrificios era no comer huevo durante la Cuaresma. Entonces, el día de
Pascua, salían de sus casas con canastas de huevos para regalar a los demás
cristianos. Todos se ponían muy contentos, pues con los huevos recordaban que
estaban festejando la Pascua, la Resurrección de Jesús.
Uno de
estos primeros cristianos, se acordó un día de Pascua, de lo que hacían los
egipcios y se le ocurrió pintar los huevos que iba a regalar. A los demás
cristianos les encantó la idea y la imitaron. Desde entonces, se regalan huevos
de colores en Pascua para recordar que Jesús resucitó. Poco a poco, otros
cristianos tuvieron nuevas ideas, como hacer huevos de chocolate y de dulce
para regalar en Pascua. Son esos los que regalamos hoy en día.
La costumbre más extendida alrededor del mundo, para celebrar la Pascua, es la regalar huevos de dulce o chocolate a los niños y a los amigos.
La costumbre más extendida alrededor del mundo, para celebrar la Pascua, es la regalar huevos de dulce o chocolate a los niños y a los amigos.
A
veces, ambas tradiciones se combinan y así, el buscar los huevos escondidos
simboliza la búsqueda de todo cristiano de Cristo resucitado.
HISTORIA
DEL HUEVO DE PASCUA
El
primer domingo luego de la primera luna llena de primavera en el hemisferio
norte, y otoño en el hemisferio sur, se celebran la Pascua cristiana para
conmemorar la resurrección de Cristo. Como la festividad depende del ciclo
lunar, la celebración no tiene una fecha fija y varía entre el 22 de marzo y el
25 de abril. Pero la fecha no es lo único que cambia, sino que la celebración
varía de un país a otro.
En
Austria, por ejemplo, los niños cristianos lo celebran de una forma muy
particular: decoran huevos duros con motivos diversos y originales (algunos
hasta tienen kits especiales para pintar huevos de pascua) y luego van de casa
en casa tratando de romper los huevos duros de sus amigos. El que logra romper
el huevo de su contrincante, lo conserva como trofeo. “El objetivo es acumular
la mayor cantidad de huevos, “Por lo que respecta a la técnicas de decoración,
resultan muy variadas y en cada Bundesland podemos encontrar tradiciones
totalmente diferentes. Una curiosidad es que algunos huevos suelen estar
decorados con citas y dichos populares. Ahora bien, algo ineludible es adornar
los huevitos con plantas y flores frescas y añadir el simpático momento de la
búsqueda.”
Esta
tradición de regalar huevos duros, se parece más a las celebraciones originales
de Pascua, aunque cabe destacar que en Austria también comparten huevos y
conejos de chocolate durante la festividad.
“En el antiguo Egipto y Persia, los amigos
intercambiaban huevos decorados cuando comenzaba la Primavera, como símbolo del
renacer de la naturaleza. Como en Europa el inicio de la Primavera suele
coincidir con las Pascuas, el huevo se transformó en el símbolo de la
resurrección de Cristo, concepto que se universalizó durante la Edad Media.”
En Mexico esta tradicion no esta muy arraigada pero Y
ustedes, ¿cómo lo celebran?
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